El gobierno del Reino Unido ha anunciado una “prohibición de emergencia” de bloqueadores de la pubertad para nuevos pacientes.
Según GOV.UK, la nueva legislación establece que “a ningún nuevo paciente menor de 18 años se le recetarán” análogos de la hormona liberadora de gonadotropina como tratamiento para la “disforia o incongruencia de género”.
Estos son medicamentos que “consisten o contienen” buserelina, gonadorelina, goserelina, acetato de leuprorelina, nafarelina o triptorelina.
“El NHS suspendió la prescripción rutinaria de tratamientos bloqueadores de la pubertad a menores de 18 años tras la Revisión Cass de los servicios de identidad de género”, se lee en un comunicado en GOV.UK.
“Además, el gobierno también ha introducido restricciones indefinidas a la prescripción de estos medicamentos dentro de la atención primaria del NHS en Inglaterra, de acuerdo con las directrices del NHS”.
La nueva legislación, que estará vigente del 3 de junio al 3 de septiembre, se aplica a las recetas escritas por médicos privados del Reino Unido y prescriptores registrados en el Espacio Económico Europeo (EEE) o Suiza.
Los pacientes que ya toman bloqueadores de la pubertad, según el comunicado, “seguirán accediendo a ellos”: “También permanecerán disponibles para los pacientes que reciban los medicamentos para otros usos, a través de un prescriptor registrado en el Reino Unido”.
La prohibición surge tras las controvertidas conclusiones de Cass Review, una investigación independiente sobre la prestación de atención a jóvenes, niños y jóvenes trans y no binarios que cuestionan su identidad de género o experimentan disforia de género en Inglaterra y Gales.
La Revisión Cass ha sido criticada por líderes en la atención médica trans, incluida la Asociación Profesional para la Salud Transgénero Aotearoa (PATHA), quien emitió una declaración criticando la falta de expertos trans incluidos en el informe y planteando preocupación sobre un posible sesgo anti-trans.
En respuesta al informe, el Primer Ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, instó a “extrema precaución” en torno a la prestación de atención que afirme el género de los jóvenes.
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