Un juez federal anuló el martes la prohibición del Pentágono de que personas VIH positivas asintomáticas se alisten en el ejército, considerándola discriminatoria.
“La ciencia moderna ha transformado el tratamiento del VIH”, escribió en su fallo la jueza federal Leonie Brinkema, del Distrito Este de Virginia. “Los militares VIH positivos asintomáticos con cargas virales indetectables que mantienen el tratamiento son capaces de realizar todas sus tareas militares, incluido el despliegue en todo el mundo”.
El fallo resume la ciencia sobre el VIH, enfatizando que los riesgos de transmisión son mínimos con el tratamiento y la atención adecuados, algo que los militares pueden proporcionar.
Luego resume los planes federales de atención médica para las personas con VIH, incluidas las regulaciones del ejército, antes de detallar a los demandantes: dos personas que dieron positivo en la prueba del VIH y que querían alistarse en el ejército pero que fueron rechazadas debido a su estado serológico, una persona que contrajo el VIH mientras servía en el ejército y que dice que sus aspiraciones profesionales ahora son limitadas, y una organización que representa a otras personas con VIH, Minority Veterans of America. Dos de las tres personas que demandaron son LGBTQ+.
Después de analizar la historia legislativa de los demandantes y su continua lucha por alistarse en el ejército, Brinkema detalló los argumentos de los demandantes y los demandados. Esto se redujo a un argumento de lo que dice la ciencia. Según Brinkema, los demandantes pudieron demostrar que existe un riesgo mínimo de transmisión y que existen riesgos financieros mínimos para el ejército como resultado de tratar a las personas con VIH.
Los tres demandantes tenían antecedentes muy diferentes, tanto en sus identidades como en su forma de abordar el ingreso al ejército. Uno se había alistado en la Guardia Nacional antes de intentar unirse al ejército, mientras que otro ya había estado en el ejército y solo estaba tratando de reincorporarse.
Esto se produce después de que el expresidente Donald Trump intentara prohibir que las personas con VIH sirvieran en el ejército, algo que se encontró con un gran rechazo. Finalmente, los jueces dictaminaron que dicha prohibición era inconstitucional y la anularon. Y, en 2022, la jueza Brinkema falló en contra de la política del Pentágono de prohibir que las personas que viven con VIH presten servicio en el extranjero o ocupen puestos de liderazgo. Sin embargo, el ejército seguía prohibiendo a las personas VIH positivas alistarse.
“Esta es una victoria no solo para mí, sino para otras personas que viven con VIH y quieren servir”, dijo en una declaración Isaiah Wilkins, uno de los demandantes que es gay. “Como dije antes, renunciar a mi sueño de servir a mi país nunca fue una opción. Estoy ansioso por solicitar alistarme en el Ejército sin la amenaza de una política discriminatoria paralizante”.
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