La ciudad de Loogootee, Indiana (población 2.592) acaba de anunciar que celebrará su festival anual del Orgullo en septiembre, a pesar de los intentos anteriores de los funcionarios municipales de prohibir que se celebrara el festival.
La ACLU de Indiana anunció su demanda contra la ciudad, después de que los funcionarios municipales rescindieran la aprobación para el festival Pride de la ciudad y no dieran a los organizadores la oportunidad de obtener una nueva aprobación, supuestamente violando los derechos de los organizadores del festival en virtud de la Primera Enmienda a la libertad de expresión y de reunión. Ambas partes en la demanda acordaron cancelar una audiencia de mandato judicial para que se pueda realizar el PrideFest.
El Ayuntamiento de Loogootee votó recientemente para aprobar el PrideFest para el 7 de septiembre, y el evento se llevará a cabo en la plaza pública como querían anteriormente los organizadores. Las calles locales estarán cerradas a los vehículos para que los asistentes puedan caminar libremente por el recinto del festival.
“PrideFest se trata de igualdad y aceptación, y estamos encantados de poder volver a organizar esta importante celebración de la diversidad y la inclusión en el corazón de nuestra comunidad, tal como lo hicimos con éxito en 2023. Damos la bienvenida a todos para que vengan y celebren el Orgullo con nosotros”, dijeron los organizadores Timothy y Tracy Brown-Salsma de Patoka Valley AIDS Community Action en un comunicado.
La denuncia contra la ciudad señalaba el trato supuestamente injusto que sufrieron los organizadores del PrideFest. Después de recibir inicialmente la aprobación de la ciudad el 3 de noviembre de 2023 para celebrar el festival el próximo 7 de septiembre, los funcionarios locales rescindieron repentinamente la oferta, aparentemente debido a una ordenanza del 10 de junio que endureció aún más las restricciones sobre el PrideFest.
El evento se organizó por primera vez el año pasado con el nombre de “Loogootee Pride” y no se produjeron incidentes importantes ese año que hubieran justificado la atención desproporcionada o las restricciones impuestas por los funcionarios municipales. Se permitió que se celebraran otros eventos, incluidos los religiosos de las iglesias, sin cumplir con las restricciones reforzadas de la ciudad.
Los organizadores asistieron a varias reuniones del consejo municipal en las que las festividades del PrideFest estaban en la agenda para ser votadas. Sin embargo, cada vez, los miembros del consejo pasaron por alto las discusiones sobre el PrideFest sin explicar por qué.
“Los eventos del Orgullo son una forma importante para que las comunidades de todo el estado celebren la comunidad LGBTQ+, y nos complace que el Ayuntamiento haya permitido que PrideFest siga adelante”, dijo Ken Falk, director legal de la ACLU de Indiana, en un comunicado.
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