Un hombre que disparó a un testigo en la cara en represalia por hablar con la policía después de que fuera captado en un vídeo intentando robar un camión de comida de propiedad gay ha sido sentenciado a 35 años de prisión.
Ryan Lewis Little, de 40 años, se declaró culpable de robo, posesión de armas de fuego e intimidación relacionados con el intento de asesinato del testigo.
En abril de 2022, Little fue captado por la cámara mientras intentaba robar el Big Gay Food Truck estacionado afuera de un club nocturno en Greensboro, Carolina del Norte.
Austin Allen, el copropietario del camión de comida, estaba dentro cuando Little subió las escaleras haciéndose pasar por un cliente con una pregunta sobre comida. Una vez dentro, Little empujó a Allen a un lado y sacó una pistola plateada y preguntó: “¿Dónde está el dinero?”.
“Seguramente mi adrenalina se disparó”, dijo el propietario a Fox News 8. “Y mi proceso de pensamiento fue: ‘¿Qué puedo hacer para sacarlo de aquí lo más rápido posible?’”
Allen dijo que una vez que Little se dio cuenta de que no había dinero en el camión, huyó.
Cuatro días después, dijo la policía, Little localizó a un testigo que habló con la policía sobre el intento de robo y le disparó en la cara.
La ola de crímenes de Little continuó en Nueva York, donde la policía fue llamada a la escena de un robo en un restaurante una semana después.
Un empleado dijo a los investigadores que Little entró al establecimiento y sacó un arma de fuego plateada escondida en un periódico, llevándose $1,500 de la caja registradora. El miembro del personal siguió a Little hasta un parque cercano, donde la policía encontró al agresor escondido entre los arbustos.
Little intentó huir pero fue rápidamente detenido por la policía. Un sondeo del área reveló la pistola plateada cargada de Little. Después de que lo detuvieron, otro testigo informó que Little intentó robarle el auto.
En múltiples comparecencias ante el tribunal a principios de este año, Little se declaró culpable de los cargos de interferencia con el comercio mediante robo y de tomar represalias contra un testigo mediante intento de asesinato relacionado con el robo del camión de comida. Posteriormente se declaró culpable de un cargo separado de interferencia con el comercio mediante robo y posesión de un arma de fuego en apoyo de un delito por sus acciones en Nueva York.
El miércoles, fue sentenciado en un tribunal de Greensboro a 35 años de prisión por la ola de crímenes interestatales.
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