Las Islas Vírgenes de EE. UU. se convierten en el primer territorio en reconocer a los residentes trans e intersex

Gabriel Oviedo

Las Islas Vírgenes de EE. UU. se convierten en el primer territorio en reconocer a los residentes trans e intersex

Las Islas Vírgenes de Estados Unidos se han convertido en el primer territorio estadounidense en reconocer oficialmente a los residentes transgénero e intersexuales a través de una nueva orden ejecutiva que permite cambios en los marcadores de género en los documentos de identificación.

El Gobernador Albert Bryan Jr. firmó la Orden Ejecutiva No. 543-2025 el 15 de octubre, estableciendo un proceso formal para que los habitantes de las Islas Vírgenes actualicen sus certificados de nacimiento e identificaciones gubernamentales para reflejar su identidad de género.

Un hito para los derechos trans e intersex

“Esta Orden Ejecutiva proporciona un proceso justo y compasivo donde antes no existía”, dijo Bryan durante la firma. “Garantiza que nuestro gobierno reconozca y respete las realidades vividas por todos nuestros residentes”.

La orden permite a los adultos solicitar cambios en el marcador de género mediante una solicitud por escrito, mientras que los padres o tutores pueden solicitar cambios en nombre de los menores. Los solicitantes deben proporcionar una declaración de un proveedor de atención médica que verifique una condición intersexual o una orden judicial que apruebe el cambio.

La política también reemplaza el término “sexo” por “género” en los documentos oficiales, alineando el territorio con más de dos docenas de estados de EE.UU., Puerto Rico y el Distrito de Columbia que han implementado medidas similares.

Un paso audaz tras el estancamiento legislativo

El año pasado, el proyecto de ley propuesto por Bryan para codificar los mismos derechos se estancó en la legislatura. En lugar de dejar que el esfuerzo se desvaneciera, promulgó el cambio a través de la autoridad ejecutiva, una medida celebrada por los defensores LGBTQ+ como estratégica y humana.

La nueva política de las Islas Vírgenes se basa en un marco de protección existente. El territorio ya prohíbe la discriminación basada en la identidad de género y la orientación sexual y no tiene restricciones en materia de atención médica, participación deportiva o acceso a baños públicos que afirmen el género.

Un raro momento de progreso

En un momento en que muchos estados de EE. UU. están impulsando leyes dirigidas a las personas transgénero, la acción de las Islas Vírgenes se destaca como un modelo de inclusión. Texas, Florida, Tennessee, Iowa, Kansas y Oklahoma continúan impidiendo a los residentes actualizar sus marcadores de género en los certificados de nacimiento, y varios extienden la prohibición a las identificaciones estatales.

A nivel nacional, en los últimos dos años han surgido más de 500 proyectos de ley anti-LGBTQ+, que limitan la atención médica, la educación y las libertades básicas de las personas queer y trans. En ese contexto, la orden ejecutiva de las Islas Vírgenes ofrece un raro recordatorio de que la política aún puede avanzar hacia la liberación.

Reconocimiento que salva vidas

Para las personas trans e intersex, la identificación precisa es una cuestión de seguridad y autodeterminación. Puede significar evitar el acoso, poder solicitar vivienda o empleo sin escrutinio y vivir auténticamente sin explicaciones.

Este momento también honra la persistencia de los defensores locales que presionaron por el reconocimiento mucho antes de los titulares. La política indica que incluso las jurisdicciones pequeñas pueden dar ejemplos poderosos de compasión y progreso.

En un clima en el que muchos están legislando contra la existencia trans, las Islas Vírgenes de EE. UU. han elegido un camino diferente, uno basado en la dignidad, la claridad y el simple derecho a ser visto.

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