Pete Buttigieg se centró el sábado en la controversia en torno al derribo del ala este de la Casa Blanca por parte de Donald Trump, diciendo que no está tan preocupado por la preservación histórica como por el hecho de que los estadounidenses sufran los efectos de los históricos aumentos de precios de los seguros médicos, todo mientras Trump construye un salón de baile para festejar con sus fanáticos multimillonarios.
“Lo más incorrecto de lo que el presidente Trump está haciendo en los terrenos de la Casa Blanca es que muestra que su enfoque está en construir un lugar más grande para cenas elegantes, cuando, debido a sus políticas reales, los estadounidenses abren esas cartas y descubren esta semana que no podrán pagar su atención médica el próximo año”.
“Mi atención en este momento no es la preservación histórica”, dijo a CNN. “Se trata de lo que está pasando en la vida de las personas”.
El momento del presidente no podría ser peor, dijo Buttigieg.
Tanto la demolición como los aumentos de las primas se producen durante un período prolongado.
Los demócratas y el Partido Republicano están en un punto muerto sobre la extensión de los subsidios de la era Biden para mantener bajas las primas de Obamacare.
“¿Cómo diablos podrías concentrarte en construir un nuevo salón de baile -un salón de baile literalmente dorado para fiestas elegantes para tus amigos ricos- en el momento exacto en que los trabajadores estadounidenses, en realidad desproporcionadamente trabajadores estadounidenses, que votaron por ti, están siendo jodidos por tu política de salud, y tú no pareces estar interesado en ayudarlos”, afirmó Buttigieg.
Tanto los políticos como los conservacionistas han denunciado
El senador Rubén Gallego (D-AZ), otro posible candidato junto con Buttigieg para suceder a Trump en 2028, troleó al presidente el domingo sobre los planes para el enorme edificio que honrará su ego: con 90.000 pies cuadrados, el edificio neoclásico es casi el doble del tamaño de la Casa Blanca.
Preguntado en NBC News Conozca a la prensa Si su partido debería derribar el salón de baile si tuviera la oportunidad, el demócrata respondió: “No. Creo que para molestarlo realmente, llámelo el salón de baile de Barack Obama”, dijo Gallego.
Algunos funcionarios de la administración anterior han dicho que un lugar más grande para cenas de estado y funciones similares no es una mala idea a primera vista, pero la ejecución de Trump, unilateral y de mal gusto, ha socavado un objetivo digno.
Novedades de planes de “suites de huéspedes” para
La opinión de Buttigieg: “La mayoría de las personas que reciben estas cartas sobre sus primas de atención médica nunca serán invitadas a cenar en la Casa Blanca. Él no está ahí para ellos”.
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