La comunidad LGTBI de la que formamos parte cuenta con una presencia cada vez más mayoritaria en Internet. Es posible que haya pensado en diseñar un sitio web, pero ¿qué tipo de nombre sería el más adecuado para dar a conocer su propuesta?
Las claves para acertar con el nombre de su dominio web LGTBI
Los dominios para la comunidad LGTBI han de contar con palabras cortas, fáciles de escribir, sin signos ortográficos y que se recuerden sin problemas. Además, el nombre del dominio debería incluir algún tipo de guiño a la comunidad y expresar el contenido que alberga.
Contar con una empresa que permite tanto registrar el dominio como su extensión es un importante primer paso hacia el éxito. Recomendamos que piense en aquellas páginas web que visita habitualmente. Seguro que todas comparten una palabra corta y definitoria de lo que se ofrece. Al mismo tiempo, habría que apostar por un término inclusivo que respete a cualquier tipo de persona interesada en los contenidos. Son estos los que van a generar el tráfico orgánico necesario para mejorar el posicionamiento y para aumentar las posibilidades de obtener más beneficios (dependiendo de si se trata de una propuesta comercial o destinada a la divulgación de temáticas LGTBI). En definitiva, se trata de convertir el nombre del dominio en el mejor sinónimo posible de lo que se va a encontrar en el sitio web que se va a poner en marcha.
¿Cómo aumentar el interés en un sitio web?
Gracias a contenidos que generen una reacción positiva hacia lo comentado. Las noticias más llamativas, las declaraciones más interesantes o los puntos de vista de personas importantes del colectivo son algunas opciones. La elección de las imágenes también incide en el posicionamiento de cada sitio en los buscadores. Téngalo en cuenta, ya que todos los detalles van sumando puntos hasta la obtención de la meta final: convertir el sitio web resultante en uno imprescindible.
A partir de ahí, es posible activar una campaña de pink marketing que genere el máximo interés posible entre los miembros de la comunidad. La variedad de los contenidos debería incluir a todas las tendencias sin dejar de lado la importancia del lenguaje inclusivo. Como hemos indicado, el nombre del dominio debería resumir todo lo anterior en una única palabra.
Para ello, nada mejor que confiar en una empresa líder en su sector que aporte mayor claridad a la hora de elegir el término más adecuado. Otra opción es ir anotando en una lista las palabras que van surgiendo como iniciativa e incluso organizar una encuesta que permita a los usuarios finales seleccionar el nombre con el que mejor se identifican. Lo más importante es siempre subrayar que la comunidad LGTBI necesita una serie de dominios de Internet que pongan en valor su forma de entender la vida. A mayor respeto por las mencionadas siglas, mayores serán las oportunidades de conseguir que un sitio web sea un punto de encuentro o de consulta para un grupo de personas.